¿Qué queremos?

- Modificación del Código Civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo y el reconocimiento de los matrimonios celebrados en el extranjero entre personas del mismo sexo;

- Legislar la unión civil, independientemente del sexo de los dos miembros de la pareja, inscrita en un registro civil;

- La protección de la familia de hecho, que no opta por el matrimonio o la unión civil, en los ámbitos de la propiedad, la salud y para prevenir y combatir la violencia doméstica.

¿Por qué es importante?

Todas las familias merecen reconocimiento y protección jurídicos. Ahora mismo, las familias LGBTQIA+, formadas por parejas del mismo sexo, no están reconocidas por el Estado. Aunque son familias reales y legítimas, basadas en el cuidado, el amor y el respeto, no existen para el Estado rumano. Esto es injusto, porque todos los ciudadanos deberían disfrutar de igualdad de trato y dignidad en relación con las autoridades estatales rumanas.

El 23 de mayo de 2023, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictó una sentencia largamente esperada por las decenas de miles de familias formadas por personas del mismo sexo en Rumania en el caso de Buhuceanu y Ciobotaru y otras 20 familias contra Rumania. La sentencia llega cuatro años después de que 42 personas demandaran al Estado rumano por la falta de reconocimiento legal y protección de sus familias. En este caso, el TEDH declaró que Rumania había violado el artículo 8 del Convenio, que protege la vida familiar, en el caso de los 42 demandantes. Tras esta sentencia histórica, para ajustarse al Convenio, Rumanía debe adoptar una forma legal de reconocimiento de las familias de personas del mismo sexo. El TEDH subraya claramente que estas familias necesitan urgentemente alguna forma de reconocimiento que les otorgue los mismos derechos y cree un marco jurídico que proteja la vida en común de estas parejas.

El Estado rumano, a través del Gobierno y el Parlamento, debe ofrecer soluciones para resolver situaciones vitales concretas de todos sus ciudadanos. Independientemente de su orientación sexual, los ciudadanos rumanos necesitan normativas que permitan a todos ellos, entre otras cosas: acompañar a su pareja al hospital, heredar a su pareja o poder reclamar su contribución a la construcción de la vivienda común, tener voz y voto respecto a su pareja en diversas situaciones de vida y muerte. También deben poder dar el "¡Sí, quiero!" al funcionario del registro civil y obtener el reconocimiento social y estatal como familia.

Este vacío legislativo ya no puede justificarse hoy, más de 20 años después de la aprobación de la legislación contra la discriminación y la despenalización de las relaciones entre personas del mismo sexo.

El 71% de cree que el reconocimiento legal de las familias homosexuales no tendría ninguna repercusión en sus vidas, y el 68% cree que todas las familias deberían estar protegidas por la ley, incluidas las familias homosexuales no tendría ninguna repercusión en sus vidas, y el 68% cree que todas las familias deberían estar protegidas por la ley, incluidas las familias homosexuales. Además, el 67% cree que es injusto que los gays y lesbianas no puedan heredar a su pareja y, por tanto, perder el hogar compartido o la vida que han construido juntos. Es hora de que el Estado rumano ponga fin al trato indigno que reciben cientos de miles de familias y reconozca su lugar en la sociedad rumana.