Las peligrosas prácticas que buscan "curar" a las personas LGBTIQ siguen ocurriendo de manera silenciosa en Bangladesh, y dejan a sus víctimas con daños físicos y mentales permanentes. Ahora tenemos una oportunidad de lograr que se prohíban en ese país, pero para eso necesitamos tu ayuda.
La peligrosa práctica de las "terapias de conversión" sigue existiendo en Bangladesh.
Los miembros de la comunidad LGBTIQ de Bangladesh informan de que las prácticas de "terapia de conversión" están muy difundidas y que normalmente las personas LGBTIQ son enviadas por sus propios padres y madres a centros de rehabilitación para la drogadicción, las obligan a tomar sedantes, usar ropa tradicional y recitar libros religiosos.
Tarin Tani, sobreviviente de las terapias de conversión de Bangladesh, habló sobre su difícil experiencia en una entrevista:
"Yo tenía 25 y estaba esperando graduarme. Les dije a mi mamá y a mi papá que yo era mujer trans y entraron en shock. Me dijeron '¿Cómo es posible? ¡Biológicamente eres niño!'. Por seis meses, recuerdo claramente que me encerraban en una habitación. Me torturaban. Y algún líder religioso solía venir todos los días y usaba algo como... agua bendita y decía qué yo era hombre, no mujer. En esa época, yo estaba en shock y le preguntaba a mi mamá 'pero si eres mi mamá, ¿por qué me haces esto?'. Después me mandaron al doctor. El doctor me recetó unas terapias... y unos remedios que me hicieron muy mal. Mi papá y mi mamá me golpeaban, me daban bofetadas y a veces me amarraban con una cadena a mi cama para que no pudiera salir. Muchas veces... creo que intenté suicidarme".
Para ver el testimonio personal de Tarin Tani, haz clic aquí.
Al igual que Tarin Tani, muchos miembros de la comunidad LGBTIQ en Bangladesh han sido víctimas de las peligrosas prácticas de las "terapias de conversión", que siguen ocurriendo a manos de individuos, miembros de la familia, profesionales de la salud, y líderes religiosos y comunitarios.
El término "terapias de conversión" se usa de forma general para describir intervenciones de naturaleza muy amplia, pero que tienen en común la creencia de que la orientación sexual o identidad de género (SOGI, por sus siglas en inglés) se puede y se debe cambiar. Se trata de intervenciones termendamente dañinas que se basan en la falacia médica de que las personas LGBTIQ están enfermas, y causan daños y sufrimientos severos que desencadenan secuelas físicas y psicológicas permanentes.
En 2020, el Experto Independiente de la ONU en SOGI exigió que se prohibieran las "terapias de conversión" en todo el mundo y señaló que los países necesitan tomar medidas urgentemente para combatirlas, especialmente para proteger a la infancia y la adolescencia:
"Las prácticas de terapia de conversión causan un enorme dolor y sufrimiento a las personas lesbianas, gays, trans y de otras identidades de género (LGBT), lo que resulta normalmente en daños físicos y psicológicos duraderos", y "tales prácticas constituyen una violación atroz a la autonomía y salud corporales, y a la expresión libre de la orientación sexual e identidad de género de cada persona".
Pero ahora, Bangladesh tiene la oportunidad de terminar de una vez por todas con esta situación.
Firma ahora para exigir la prohibición definitiva de las "terapias de conversión" en Banglasdesh.
Esta campaña la organiza ILGA Asia junto a las agrupaciones Inclusive Bangladesh, Noboprobhaat Foundation, Somporker Noya Setu y Prantoz Foundation.