FIFA: ES HORA DE QUE CUMPLAS TUS PROPIAS REGLAS

La FIFA incumplió sus propias normas y reglas al seleccionar a Qatar como país anfitrión de la Copa Mundial de 2022.

Qatar organizará la Copa Mundial de la FIFA 2022 a pesar de ser uno de los países más LGTBfóbicos del mundo. ¿Cómo ha sucedido esto? ¿Cómo es posible que la FIFA -una organización que se proclama a sí misma como defensora del orgullo y la diversidad- haya elegido un país en el que la homosexualidad es ilegal para organizar su mayor torneo?

La FIFA se ha jactado durante mucho tiempo de sus compromisos con la antidiscriminación, los derechos humanos y la igualdad, pero desde la Copa Mundial de la FIFA 2018 en Rusia hasta la Copa Mundial de este año en Qatar, la FIFA no está cumpliendo con los estándares que ellos mismos crearon.

Si la FIFA quiere mantenerse como la principal autoridad mundial en el fútbol, tiene que mejorar y seguir realmente las directrices que establece. Pero depende de nosotros, de gente como tú, exigirles que respondan. Si la FIFA es realmente una campeona de los derechos humanos y la igualdad -como afirman sus dirigentes-deberá seguir sus principios directivos y no volver a seleccionar a un abusador de los derechos humanos tan categórico para organizar la Copa Mundial.

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Para Gianni Infantino (FIFA-Präsident):

La Copa del Mundo fue una vez un símbolo de orgullo, diversidad y respeto. Eran valores que unían a los equipos de todo el mundo. Sin embargo, la FIFA de hoy no está a la par con esos valores.

Según la propia política de derechos humanos de la FIFA, "la FIFA se compromete a respetar todos los derechos humanos reconocidos internacionalmente y se esforzará por promover la protección de estos derechos."

Y, desde 2018, cuando la FIFA se sumó (a través de su firma) a los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos, la FIFA se comprometió a "crear un espacio libre de discriminación y prohibir la discriminación de cualquier tipo", incluida la basada en la orientación sexual y la expresión de género.

Ahora, después de que dos Copas del Mundo consecutivas hayan sido organizadas por países LGTBfóbicos y que violan los derechos humanos, ¿dónde está la responsabilidad?

Como organización mundial rica e influyente, puede comprar votos, presionar a los gobiernos y silenciar a los críticos, pero el mundo (y los aficionados al deporte) están poniendo atención. La FIFA, como principal organización futbolística, está en riesgo de perder su estatus y dañar aún más su reputación.

Pero no es demasiado tarde. La FIFA y la Copa del Mundo pueden volver a ser líderes en el tratamiento de los problemas de derechos humanos en todo el mundo. Por eso exigimos lo siguiente:

1.) Que la FIFA cumpla su propio compromiso de trabajar con las autoridades del país anfitrión para garantizar que todos los que asistan a su competición se beneficien de los más altos estándares de seguridad posibles;

2.) Y que la FIFA siga los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos a la hora de seleccionar los futuros países anfitriones de la Copa Mundial de la FIFA.

FIFA: el mundo está mirando. ¿Asumirás la responsabilidad de asumir por fin los valores que declaras como tuyos? ¿Mostrarás al mundo que la FIFA defiende la igualdad y un mundo en el que el amor no es un crimen, no sólo este año, sino siempre?


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