Las peligrosas prácticas que buscan "curar" a las personas LGBTIQ siguen ocurriendo de forma silenciosa en la India, y dejan a sus víctimas con daños físicos y traumas mentales permanentes. Ahora existe una oportunidad de que ese país las prohíba, pero necesitamos tu ayuda.
La peligrosa práctica de las "terapias de conversión" sigue existiendo en la India.
En 2020, Anjana Hareesh, estudiante de 21 años de Kerala, India, se suicidó luego de que su familia la obligara a someterse a meses de "terapia de conversión" debido a su orientación sexual.
Al igual que Hareesh, muchos miembros de la comunidad LGBTIQ de la India han sido víctimas de las peligrosas "terapias de conversión", que siguen aplicándose tanto por parte de profesionales de la salud como de otros individuos o instituciones religiosas.
"Terapia de conversión" es un término general que describe intervenciones de una naturaleza muy diversa, pero que tienen en común la creencia de que la orientación sexual o identidad de género de una persona (SOGI, por sus siglas en inglés) se puede y se debe cambiar.
Se trata de intervenciones extremadamente dañinas que se basan en la falacia médica de que las personas LGBTIQ están enfermas, y causan gran dolor y sufrimiento que origina daños psicológicos y físicos duraderos.
Pueden involucar intervenciones espirituales a través de instituciones religiosas, y/o psicoterapia, medicamentos, terapia hormonal o de electrochoques. Las formas más extremas pueden incluir exorcismos, aislamiento y confinamiento forzados, ataques físicos, "violaciones correctivas", y privación de comida.
Las "terapias de conversión" pueden tener consecuencias graves para quienes son obligados a someterse a ellas, como mayor riesgo de comportamiento autodestructivo, depresión, ansiedad, vergüenza, intentos de suicidio, pérdida de la fe, así como traumas físicos y mentales duraderos.
Quienes aplican las "terapias de conversión" incluyen a proveedores públicos y privados de servicios de salud mental, organizaciones con vínculos religiosos, líderes espirituales tradicionales y agentes del Estado; además, se incluye en este grupo a miembros de la familia y la comunidad, autoridades políticas y otros agentes.
En 2020, el Experto Independiente de la ONU en SOGI exigió que se prohibieran las "terapias de conversión" en todo el mundo y señaló que los países necesitan tomar medidas urgentemente para combatirlas, especialmente para proteger a la infancia y la adolescencia.
"Las prácticas de terapia de conversión causan un enorme dolor y sufrimiento a las personas lesbianas, gays, trans y de otras identidades de género (LGBT), lo que resulta normalmente en daños físicos y psicológicos duraderos", y "tales prácticas constituyen una violación atroz a la autonomía y salud corporales, y a la expresión libre de la orientación sexual e identidad de género de cada persona".
Ahora, la India tiene una oportunidad de terminar con esta situación de una vez por todas.
En 2022, el Comité Nacional Médico de India declaró que las "terapias de conversión" son una "mala conducta profesional". Sin embargo, esta decisión se aplica solamente a los profesionales registrados de la medicina y, por lo tanto, proporciona una protección limitada ante los abusos y deja la puerta abierta a las instituciones religiosas, miembros de la familia y otras personas a que sigan sometiendo a las personas LGBTIQ a las peligrosas prácticas de "terapias de conversión".
Firma la petición ahora para exigir una prohibición total de las "terapias de conversión" en la India.
Si quieres ver los testimonios de personas que sobrevivieron a la terapia de conversión en India, haz clic aquí y aquí
Esta campaña la organiza ILGA Asia junto a las agrupaciones Yugantar, TransRightsNow Collective y Sahodaran Chennai.
