Actualización – 15 de agosto de 2024: El presidente firmó el proyecto de ley. Será publicado en la edición del Boletín Oficial del Estado

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El 7 de agosto de 2024, lejos del ojo público, la Asamblea Nacional de Bulgaria introdujo una ley Anti-LGBT+ al estilo ruso. El mismo día, se llevaron a cabo dos lecturas y votaciones del proyecto, abiertamente homofóbico, con casi ninguna información preliminar y sin oportunidad para que la sociedad civil interviniera.

El proyecto de ley aprobado es una enmienda a la llamada Ley de Educación Preescolar y Escolar (PSEA). Prohíbe "la realización de propaganda, promoción e incitación de cualquier manera, directa o indirectamente, de ideas y opiniones relacionadas con la orientación homosexual no tradicional y/o la determinación de la identidad de género diferente a la biológica". Esencialmente, esto significa que no está permitido mencionar o educar en escuelas sobre las vidas LGBT+ ni dar información sobre orientación sexual o identidad de género. Asimismo prohíbe la mención de información LGBT+ “cerca” de las escuelas.

El Partido Renacimiento creó texto basándose en la ley anti-LGBT+ de Rusia y Hungría. Este partido forma parte del grupo Patriotas por Europa en el Parlamento Europeo, que incluye a miembros interesados en formar una alianza "pacifista" y euroescéptica para mejorar las relaciones con Rusia. Algunos miembros fueron expulsados del Grupo Identidad y Democracia (ID) antes de las elecciones europeas debido a acusaciones de simpatías nazis.

La Comisión de Venecia del Consejo de Europa ha declarado repetidamente que tales leyes anti-LGBT+ violan la Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH).

Esta legislación viola claramente los derechos humanos protegidos por la Constitución, el derecho de la UE, la Convención Europea de Derechos Humanos, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Al sofocar la discusión y la educación sobre estos temas, el proyecto de ley socava los principios de diversidad e inclusión fundamentales para una sociedad democrática.

Además, la ley contradice flagrantemente la propia constitución de Bulgaria, que garantiza el acceso a la información, la libertad de expresión y la igualdad ante la ley. Al promulgar normas que discriminan en función de la orientación sexual, este proyecto de ley establece un peligroso precedente de desigualdad y censura.

Las implicaciones de esta legislación son horribles. Refuerza estereotipos dañinos y estigmatiza a las personas LGBT+. Fomenta un clima de discriminación e ignorancia, privando a los jóvenes de la oportunidad de aprender y comprender la diversidad de experiencias humanas. Debemos reconocer y responder a este ataque a los derechos humanos.

Firma ahora para exigir a la Comisión Europea que tome medidas rápidas contra esta clara violación de los derechos humanos.