En diciembre de 2009, se reformó el Código Civil del Distrito Federal que permitió que el matrimonio se entendiera como la "unión libre entre dos personas", eliminando que debía de ser entre "un hombre y una mujer". Con esto fue posible que dos personas del mismo género se casaran.

En 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobó el matrimonio entre parejas del mismo sexo, pidiendo a cada estado en el país hacer las modificaciones correspondientes en sus respectivas legislaciones.

Desde entonces, hasta septiembre de 2022, el matrimonio igualitario se ha legalizado en 28 de las 32 entidades del país.

Si bien este ha sido un importante avance para los derechos de las personas LGBT+ en México, queda aún mucho por hacer para que las familias lesbomaternales, homoparentales y demás de la diversidad sexual y de género puedan tener plenos derechos. 

¿Qué pasa? Si bien una pareja del mismo sexo se puede casar, el gobierno debe crear mecanismos que permitan el pleno reconocimiento y protección de las familias conformadas por personas LGBTTTI+.

Por ejemplo, es necesario que se modifiquen las actas de nacimiento que permitan que dos mamás, o dos papás, registren a las personas recién nacidas, y no limitarlo a solamente “padre y madre”.

En caso de que una persona trans tenga su acta de nacimiento con su identidad de género reconocida y tenga hijas o hijos, es necesario que en sus actas de nacimiento también se modifique el nombre y género de la persona trans progenitora.

En la Ciudad de México, tras casi 13 años de Matrimonio Igualitario, aún no se han hecho las homologaciones necesarias al Código Civil que permitan la seguridad y tranquilidad de nuestras familias. Además, dicho documento asume la heterosexualidad y binariedad tanto de padres, madres y xadres, como de sus hijos, hijas e hijes. 

En total, son más de 20 artículos del Código Civil que deben ser modificados. Algunos cambios necesarios son:

• Cambiar “Juez de lo Familiar'' por la más incluyente “Persona Juzgadora de lo Familiar”. 
• Cambiar “padre y madre” o cualquiera de éstas por “persona o personas ascendientes en primer grado” o bien “personas progenitoras” o ”parentalidades”.
• Eliminar las marcas de género de tal manera que todo sea incluyente, sin importar cómo se identifica la persona que necesita ser protegida por el artículo.
• Hablar de personas en general, en lugar de hombres y mujeres en particular.

Estos cambios también deben permitir que TODAS las personas menores de 12 años puedan tramitar su acta de nacimiento, así como el reconocimiento de identidad de género de las personas no binarias. 

Adaptar nuestro Código Civil permitiría que TODAS las familias gocen de los mismos derechos. 

¡Súmate con tu firma para presionar a Ciudad de México a que adapte los artículos del Código Civil y proteja a las familias de personas LGBT+!